JUAN DE UMAÑA Y CÁRDENAS 1691-c.1759[edit]

Considerado por los Umañas santafereños como el tronco de la familia. Nace en 1691. Durante las primeras décadas del siglo XVIII Juan de Umaña (1691-1759) se dedica al comercio en territorios de la antigua Provincia de Tunja y la ciudad de Santafé –donde hay constancia histórica de esporádicos actos de presencia e incluso de residencia– básicamente en asuntos relacionados con la negociación de mercaderías de Castilla y de ganado. De acuerdo con registros documentales del ARB, vive en la ciudad de Tunja hasta finales de la tercera década del 1700, época en la cual se traslada a la villa de San Gil , en la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro (1739), en el actual departamento de Santander, como lo acreditan distintas partidas eclesiásticas que consignan su nombre.

Según documentación notarial hallada en el Archivo General de la Nación (AGN), su nombre completo era Juan de Umaña y Cárdenas y el 3 de septiembre de 1726, aún estaba avecindado en la ciudad de Tunja. El 17 de diciembre de 1729 celebra en Santafé un negocio bastante curioso con el Sargento Juan José de Cárdenas Zapata , cuando Juan de Umaña estaba de paso por la sede de la Real Audiencia de Santafé y más tarde capital del Virreinato de la Nueva Granada. El tránsito de Juan de Umaña a las villas de San Gil y de El Socorro, ocurrido hacia el año 1739, obedece no solamente a las actividades oficiales, comerciales y de hacendado que ejerce en esos territorios, sino al hecho de que en los mismos se encontraran asentados algunos representantes de su familia materna desde finales del siglo XVII, los Cárdenas Zapata , Zapata de Cárdenas o Gutiérrez de Cárdenas, apelativos que llevaron los miembros de este clan familiar, que también tuvo activa presencia en la ciudad de Tunja y su Provincia en el referido siglo y en el XVIII. Resulta bastante revelador que dos de las personas más cercanas a Juan, por relaciones mercantiles, de compadrazgo y probablemente de parentesco, los comerciantes y hacendados Juan Agustín Guerrero Zambrano y Juan Basilio Ruiz, estuvieran relacionados íntimamente con ese linaje. El primero, por haber contraído matrimonio con Micaela de Cárdenas Zapata. El segundo, por ser hijo de Sebastián Antonio Ruiz Álvarez y de Bárbara de Cárdenas Zapata , hijas una y otra del Alférez Baltasar de Cárdenas Zapata y de Magdalena Arias Guillén, fallecida viuda en El Socorro el 23 de diciembre de 1730, y hermanas de Magdalena y Salvador de Cárdenas Zapata. En 1742 Juan de Umaña ejerció el destino de Alcalde de la Santa Hermandad de la Villa de San Gil en la Parroquia de Nuestra Señora de El Socorro, perteneciente por ese entonces a la jurisdicción territorial de la antigua Provincia de Tunja, año a partir del cual y hasta 1757 aparece repetidas veces en San Gil y El Socorro, en compra y venta de esclavos y dedicado a la negociación de bienes raíces. El 24 de octubre de 1742 cedió en dicha ciudad una casa por quinientos patacones a José Martín Nieto de Paz, Alcalde Provincial de San Gil en 1746, predio colindante con la vivienda de Juan Agustín Guerrero Zambrano. Al año siguiente, el 11 de febrero de 1743, enajena a Gabriel de Rivera una casa en El Socorro, con sus solares, cercas de piedra y platanales, contigua a la de su compadre Juan Basilio Ruiz, por la suma de doscientos cincuenta patacones de a ocho reales castellanos. El 28 de enero de 1744 compra al Sargento Dionisio García de Cabrera, una casa de tapia y teja, con su solar, ubicada en la esquina de la plaza principal de la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro, por valor de novecientos setenta y cinco patacones, con cargo de pagar Umaña a la capellanía fundada por Gonzalo de Ardila, de la que era capellán el maestro Miguel García de Cabrera, hermano del vendedor, la suma de ochocientos setenta y cinco patacones a favor de otra capellanía.

En jurisdicción de la Villa de San Gil Juan de Umaña compra a Felipe Santiago de Lamo el 28 de febrero de 1744 la hacienda Buenavista, situada en la feligresía de la Parroquia de Nuestra Señora de Chiquinquirá de Simacota, predio rural destinado al cultivo y producción de caña de azúcar y elaboración de panela y mieles en su trapiche, por la suma de mil doscientos cincuenta patacones, con un gravamen de doscientos pesos de una capellanía fundada por Ana González de Ascárraga, madre del Maestro Alonso de Laguna y Ascárraga, vecina de la Villa de Santa Cruz y San Gil de la Nueva Baeza, de acuerdo con testamento otorgado el 6 de febrero de 1702 en el sitio de San Clemente, perteneciente a esa jurisdicción. La hacienda de Buenavista la conserva Juan de Umaña (1691-1759) hasta el 10 de noviembre de 1758, cuando la adquiere Juan Basilio Ruiz de Cárdenas Zapata, compadre, pariente, amigo y vecino de Juan de Umaña y Cárdenas (1691-1759). El 26 de mayo de 1763, a través de su apoderado Cristóbal de Argüello, vecino de la Parroquia de Nuestra Señora de Chiquinquirá de Simacota, vende esta propiedad a Miguel de Vivar por la suma de mil setecientos patacones, de los cuales se dedujeron los doscientos patacones del gravamen que recaía sobre el inmueble, los que cancela al maestro Alberto de Uribe Salazar, titular de la capellanía de González de Ascárraga , obligación que satisface en su integridad Vivar a Ruiz el 12 de octubre de 1765.

El 26 de septiembre de 1746 Juan de Umaña vende a Diego de Céspedes y Loyola, Capitán de infantería española, con un gravamen de doscientos ochenta pesos a favor de Luis Francisco Antonio de Guzmán y Monasterios, fallecido en El Socorro el 1º de septiembre de 1763, Cura y Vicario de la Parroquia de Charalá, Párroco de Nuestra Señora de El Socorro, y uno de los albaceas testamentarios de Juan Agustín Guerrero Zambrano, compadre de Juan de Umaña, una casa alta de balcón y calicanto, situada en la Villa de San Gil, con su solar cercado en piedra, por la suma de ochocientos ochenta pesos en plata y una hacienda dedicada al cultivo del cacao, ubicada en el Puerto de Sogamoso. El 13 de mayo de ese año Juan había vendido en la Villa de San Gil una casa alta con su balcón y su solar al Alférez Real del Cabildo de esa villa, Manuel Ruiz de Cote, por la cantidad de mil quinientos cinco pesos de plata castellanos, con un gravamen de novecientos setenta y cinco pesos a favor de la capellanía del Maestro Miguel García de Cabrera, que había comprado a un hermano de aquel, el Sargento Dionisio García de Cabrera, consanguíneos en segundo grado del Alguacil Mayor del Santo Oficio, Juan García de Cabrera, parientes próximos de María García de Cabrera, esposa del Capitán de Infantería Francisco Domínguez Infante, natural de los Reinos de España, Alcalde Ordinario en cuatro ocasiones de la Villa de San Gil, y de Carlos García de Cabrera, casado en El Socorro el 25 de enero de 1759 con María Ruiz de Acuña, hija de Juan Basilio Ruiz y de su primera esposa Juana de Acuña, fallecida en El Socorro el 20 de abril de 1736. El 29 de abril de 1747 compra Juan de Umaña a Juan Ignacio Ortiz Manosalvas, Alférez de la Virgen de El Socorro en 1749, vecino de la Villa de San Gil y agregado a la Parroquia de Nuestra Señora de El Socorro, Cura interino de la Parroquia de Simacota y pariente cercano de Domingo Ortiz Manosalvas, apoderado judicial de su hijo Juan Agustín de Umaña y Gutiérrez (1714-1797), y posiblemente consanguíneo de su amigo socorrano Juan Bautista Ortiz de Ávila Manos Albas, fallecido en El Socorro el 9 de mayo de 1746, esposo de Felipa Morillo, un pedazo de tierra en el sitio de la quebrada de Polonia, en jurisdicción de la Villa de San Gil; otro pedazo de tierra colindante con terrenos de Los Uribes y de predios que pertenecieron a Juan Ortiz Galán; dos solares en la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro, y dos esclavos, transacción realizada por la suma total de mil patacones. El 2 de junio siguiente, adquiere una obligación con Francisco Antonio Martínez, por la cantidad de dos mil trescientos sesenta y cinco pesos, pagaderos en el plazo de dos años, contados a partir del 20 de mayo anterior. En garantía de tal obligación, Umaña entrega a Manuel, un esclavo de 22 años; Silvestre, de 24; Ignacio de 7; otro de 35; Juan de 6, y a Micaela, de aproximadamente 20 años de edad. Asimismo da en prenda tres fondos de cobre de doscientas ochenta libras. El 16 y 19 de octubre de 1747 otorga en la ciudad de Santafé dos escrituras de obligación a favor de los hermanos mercaderes Ignacio y Nicolás de Valenzuela, por la suma de cuatro mil novecientos patacones , documentos en los cuales manifiesta ser vecino de la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro. Dos años después, el 27 de septiembre de 1749, traspasa dos casas en San Gil a Antonio de Salgar, vecino de San Juan de Girón en 1754 y Procurador General de esa villa.

El 1º de junio de 1748 Juan de Umaña había vendido al Capitán Diego Antonio de Céspedes y Loyola, natural de la Villa de Tembleque, en el Arzobispado de Toledo, España, una casa alta, de calicanto y tapia, en la Villa de San Gil, con dos solares en la misma jurisdicción, por el precio de dos mil patacones, con un gravamen de doscientos ochenta patacones a favor del Maestro Luis Francisco Antonio de Guzmán y Monasterios, Cura, Vicario y Juez Eclesiástico de la Parroquia de Nuestra Señora de Monguí de Charalá. Transcurrido más de un año, el 27 de septiembre de 1749, Umaña, provisionalmente morador en el sitio del Santo Eccehomo y vecino de la ciudad de Tunja, vende al Capitán Antonio de Salgar, natural de los Reinos de España, dos casas en la Parroquia de Nuestra Señora de El Socorro, una de ellas esquinera, con tiendas y solares, lindante con la casa de Magdalena de Cárdenas Zapata, que enajena con cuatro cuadros religiosos grandes, que representan a San Miguel, San Cristóbal, San Sebastián y San Antonio; otra obra pictórica más grande con su marco de Jesús Nazareno, y otros dos cuadros medianos con marcos sin dorar, por la cuantía integral de mil seiscientos patacones de a ocho reales castellanos, suma que adeudaba Juan al militar español, personaje que finalmente el 27 de julio de 1753 toma posesión efectiva de tales propiedades inmuebles. Juan de Umaña también fue propietario de media estancia de ganado mayor en el sitio de Aguablanca, demarcación de la Parroquia de Barichara, que adquirió por compra a Miguel Blas de Uribe. Este predio lo enajena a Pedro Teodoro Villareal Guerrero el 20 de mayo de 1754 por la suma de doscientos patacones. Dicha estancia constaba de entablos de cercas y catorce reses vacunas.

El último negocio de Juan que se conoce tiene lugar el 18 de mayo de 1757, cuando vende dos esclavos a Gaspar Álvarez, Teniente de Corregidor y Justicia Mayor del de Tunja en 1755 y Corregidor de Naturales y Forajidos de la Villa de San Gil de 1754 a 1758; Escribano Público de San Gil; propietario de fábricas de tabaco y de añil en la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro y de una tienda de géneros de Castilla, negociación destinada a cubrir obligación contraída con Juan Bautista de Machín Barrera y a cancelar directamente a su apoderado judicial. En ese entonces Juan reside en la comprensión parroquial de El Socorro y se titula “vecino de San Gil”. El 4 de noviembre de 1757 aparece Juan de Umaña como deudor en la cláusula novena del testamento del Capitán Juan Bautista de Machín Barrera , natural de Vizcaya, España, quien había sido designado por el Rey Felipe V (1683-1746), Corregidor y Justicia Mayor de la ciudad de Tunja y su provincia por el término de cinco años, mediante decreto de 21 de octubre de 1736, fallecido el mismo año de otorgado el instrumento en el Convento Hospital de San Juan de Dios de Santafé, de la cantidad de mil setecientos veintiocho pesos, cuya cobranza dispuso el testador quedara a cargo de Francisco de Vergara Azcárate, Regente del Tribunal y Real Audiencia de Cuentas del Nuevo Reino de Granada. En la declaración obró como testigo el reverendo Padre fray Blas de Umaña (1720), presbítero religioso del Convento de San Juan de Dios, personaje que de acuerdo con antiguas informaciones de la familia era pariente cercano de Juan de Umaña. En 1760 su causa mortuoria estaba pendiente y un subdelegado de El Socorro intervenía en ella, razón por la cual se cree que Juan murió hacia 1759. Había contraído matrimonio con María Gutiérrez y fue su hijo Juan Agustín de Umaña (1714-1797), quien en esa década se traslada de Tunja a la ciudad de Santafé, donde se radica definitivamente con su familia.

CU 10:35, 18 August 2014 (UTC)